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Prevención de lesiones

PREVENCIÓN DE LESIONES

Lo más probable es que alguna vez en tu vida hayas sufrido un episodio agudo de dolor a raíz de una lesión y no tengas una buena prevención de lesiones clara, ya sea de mayor o menor magnitud: un esguince de tobillo, rotura muscular, fisura ósea…

Las lesiones no son algo reservado exclusivamente para los deportistas. Todo el mundo puede lesionarse en un momento u otro, cómo bajando unas escaleras, corriendo por el autobús, cocinando, etc. Aun así, cierto es que las lesiones son un tipo de patología consecuencia de un mal movimiento y, por lo tanto, guardan una relación directa con la práctica deportiva y es fundamental la prevención de lesiones.

La prevención de lesiones ha sido, es y será un dolor de cabeza para gran parte de los entrenadores personales, preparadores físicos, fisioterapeutas y médicos deportivos. Son muchos los profesionales de deportes colectivos los que enfocan su objetivo de trabajo en la prevención de lesiones, ya que dicen que los mejores equipos son aquellos que logran llegar a final de temporada con más jugadores disponibles.

¿Cuál es la causa de una lesión? ¿Por qué nos lesionamos?

Desgraciadamente, el origen de una lesión es indeterminable, hay tantos aspectos a tener en cuenta que, por ello, es imposible una 100% precisa prevención de lesiones.

El origen de una lesión es multifactorial. Aun así, conociendo los factores de riesgo que conllevan a cada lesión seremos capaces de reducir la probabilidad de padecerla. Sabemos, por ejemplo, que el mayor factor de riesgo para sufrir una lesión es haber padecido esa misma lesión previamente. De ahí la importancia de rehabilitarse bien después de la primera lesión, para minimizar el riesgo de recidiva.

Es muy común el ejemplo del esguince de primer grado mal curado – rehabilitado, que es reincidente en otras ocasiones y, convirtiéndose a veces en un tercer grado y una operación.

Otro factor clave a la hora de la prevención de lesiones es la condición física del sujeto. Cuanta más fuerza, flexibilidad y agilidad mayor capacidad tendrán sus tejidos (músculos, ligamentos, huesos, etc.) para soportar cargas de entrenamiento pesadas y estímulos externos peligrosos.

De este modo, la tolerancia a la carga de entrenamiento está directamente relacionada con la condición física del sujeto y, al mismo tiempo, con el riesgo de lesión. Para entenderlo podemos usar el ejemplo del vaso y el agua. El primero representa la tolerancia del sujeto a la carga de entrenamiento, el agua representa dicha carga de entrenamiento. Cuanto mayor es el vaso, más agua podrá contener. Lo mismo se aplica al sujeto en cuestión.

 

Prevención de lesiones

 

¿Cómo aumentamos el tamaño del vaso? ¿Cómo aumentamos nuestra tolerancia a la carga de entrenamiento?

Mediante la preparación física, es decir, el entrenamiento. Y cómo explicaremos en otro artículo  “PRINCIPIO DE ADAPTACIÓN”, nuestra condición física mejora mediante el proceso de sobrecompensación, gracias al cual, aplicando correctamente estímulos externos podemos llegar, a la larga, a mejorar nuestras capacidades físicas.

Así pues, nuestra condición física no sólo es vital para el rendimiento deportivo o para nuestra salud si no que, además, ahora entendemos su importancia también a la hora de prevención de lesiones.

Consejos para prevenir lesiones

 

prevención de lesiones

 

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